“Solo Dios sabe cuánto soñamos con este día”, dijo Anielle Franco, ministra de Igualdad Racial. Las razones de su júbilo fueron compartidas por una parte de Brasil. La Policía ha arrestado este domingo por la mañana a tres de los presuntos autores intelectuales de los asesinatos de la concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) Marielle Franco y el conductor del automóvil que la llevaba, Anderson Gomes, perpetrados en marzo de 2018. Se trata del consejero del Tribunal de Cuentas de Río, Domingos Brazão; su hermano y diputado del partido conservador brasileño Unión Brasil, João Francisco ‘Chiquinho’ Brazão, y el exjefe de la Policía Civil, Rivaldo Barbosa. “¡Estamos más cerca de la justicia! ¡Gran día!”, añadió la hermana de la víctima. Todos los sospechosos serán trasladados a la Penitenciaría Federal de Brasilia.
Afrodescendiente, bisexual y activista destacada por la defensa de los derechos de las minorías, Franco y Gomes fueron acribillados a tiros cuando circulaban en coche por el centro de Río de Janeiro tras participar en un acto con mujeres. Franco era negra, lesbiana, nacida en una favela (barrio marginal) y toda su actividad política se volcó a la defensa de los derechos humanos y el combate a los grupos mafiosos que controlan esas zonas. Su asesinato coincidió con el ascenso político de la ultraderecha que llevó al poder en las elecciones de octubre de ese año al excapitán del Ejército, Jair Bolsonaro.
Las detenciones se llevaron a cabo en el marco de la llamada operación ‘Murder Inc’. (Asesinato S.A.) y contó con la participación de la Procuraduría General de la República y del Ministerio Público de la ciudad carioca. De acuerdo con los medios de prensa, otras nueve personas, cuyas identidades se desconocen por el momento, están siendo investigadas.
Un giro en la investigación
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El caso Franco cobró un giro días atrás cuando, después de cinco años de silencio, Ronnie Lessa, uno de los ejecutores del crimen, dijo a la policía todo lo que había callado. Lessa, como muchos otros policías cariocas, abandonó la fuerza y pasó a integrar el mundo de las milicias que operan en los barrios marginales de la “ciudad maravillosa” donde se han convertido en una suerte de contrapoder territorial del Estado.
Aunque su confesión se encuentra bajo secreto de sumario, los conocedores de esta causa consideran que ha sido vital para llegar a los hermanos Brazão y Barbosa. Anielle Franco debió sentir escozor al escuchar el nombre del comisario. Su madre recordó que la propia ministra confiaba en su dedicación para dilucidar el crimen. Pero Barbosa siempre fue objeto de sospechas. Había dirigido la División de Homicidios de la Policía Civil antes de asumir la dirección de la institución en el momento de la intervención federal en Río, liderada por el general Walter Braga Netto, quien más tarde se convirtió en ministro de Bolsonaro.
También se encuentra en prisión el exsargento de la Policía Militar Élcio de Queiroz, señalado por conducir el automóvil que persiguió al coche en el que viajaban la concejala y su conductor, así como la asesora Fernanda Chaves, que sobrevivió al ataque.
Repercusiones
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La viuda de Franco, Mónica Benicio, quien actualmente ejerce como concejala en Río de Janeiro por el PSOL, dijo a periodistas que los arrestos apuntan a “comprobar la tesis de que las milicias (fuerzas paramilitares) actúan como brazo armado de una parte del sistema político”.
“El resultado de la operación policial, en esta fase de búsqueda de los autores intelectuales, demuestra que la criminalidad no tendrá cabida, que habrá una lucha permanente y que no prevalecerá”, dijo el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski. Los arrestos, remarcó, pueden ser un “punto de inflexión” en la lucha contra el crimen en Río de Janeiro y en el país. El Estado brasileño, agregó, por lo pronto se ha anotado una “victoria” en una disputa compleja y cada vez más problemática por las relaciones opacas que tiene el delito con la política.
Míriam Leitão, columnista del diario carioca O Globo, recordó que la muerte de “la joven y prometedora concejala” atravesó “el alma” de Brasil. “Todas las vidas son valiosas, pero la muerte de Marielle Franco nunca se ha olvidado en los 2.202 días transcurridos desde la noche en que los criminales le dispararon en la cara”. A su criterio, “lo que Marielle dio al país incluso después de su muerte es la esperanza de que al final la impunidad no gana. Fue la derrota de quienes esperaban que el tiempo borrara de la memoria el bárbaro e inaceptable crimen. Incluso en un estado como Rio, dominado por el hampa miliciana y todas sus conexiones directas con el poder, y el contrabando disputando territorio, la impunidad fue derrotada”.
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A Leitão no le ha pasado inadvertido que en estos cinco años, las autoridades estaduales de Río de Janeiro no mostraron “ningún compromiso” para resolver el asesinato. “Mucho menos el Gobierno”, añadió, en alusión a la era Bolsonaro. “Todo empezó a cambiar cuando, con el nuevo Gobierno, el entonces ministro (de Justicia) Flávio Dino llevó la investigación al ámbito federal”. Para la columnista, el “triunfo” de este domingo es “inmenso” porque “demuestra que el país ha puesto un límite, incluso ante el mar de crímenes que nos rodea”. Brasil “nunca aceptó esta muerte, y hoy los responsables están en prisión. Queda mucho por saber. Pero lo que brilla, ante la revelación de esta conexión entre un diputado federal, un jefe de la Policía Civil, un consejero del Tribunal de Cuentas siendo los autores intelectuales, es el alcance del coraje de Marielle”.
2024-03-24 17:15:49
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